o el cadáver errante…
"...
¡qué lloren sus iguales y se traguen sus lágrimas, se acabó el monstruo prócer,
se acabó para siempre, vamos a festejarlo, a no ponernos tibios, a no creer que
éste es un muerto cualquiera, …, a no olvidar que éste… ¡es un muerto de
mierda!"
De: “A la muerte de un canalla”, por: Mario Benedetti
Por: J.W. de Wekker Vegas.
Nauseabundo el aquelarre que han formado
los adecos para celebrar el retorno a Venezuela de la momia insepulta de Carlos
Sangrés Pérez… Recuerda el show montado las misas negras de brujas… o las
danzas del K.K.K. alrededor de una cruz en llamas. La oscuridad y el mal olor
fue lo común en el evento.
¿Por qué?... Yo no dejo de preguntarme:
¿por qué los señores de la oposición se ven en la necesidad de enaltecer ese
tipo de basura?… Más ganarían guardando el cómplice silencio que han mantenido
hasta ahora… Señores, si fueron los mismos personajes, quienes gargareaban
hipócritas alabanzas contra el genocida ladrón, quienes expulsaron a Carlos
Sangrés de AD…
Definitivamente la oposición venezolana está mal, muy mal… Está tan mal que tienen que enaltecer sus detritos, para ellos parecer menos mierdas y así tratar de figurar…
Definitivamente la oposición venezolana está mal, muy mal… Está tan mal que tienen que enaltecer sus detritos, para ellos parecer menos mierdas y así tratar de figurar…
No pude aguantar las nauseas… las
imágenes de amigos asesinados directamente, -o por ordenes directas- del
colombiano genocida pasaron ante mis ojos… Fueron aquellos que no forman parte
de las listas de los muertos conocidos, aquellos de los cuales hablara Mario
Silva en su programa; no, a esos ya los conocen todos… Recordé a los muertos
que nadie recuerda: al Morocho Guerra por ejemplo, muchacho de Coche, muerto
frente la iglesia de Santa Teresa, cuando con una cámara en la mano
fotografiaba al esbirro quien le disparaba, recordé a las docenas de líderes
estudiantiles y campesinos quienes aparecían muertos en cualquier rincón de la
patria, reseñados -si lo eran- por los medios cómplices como “balas perdidas” o
“ajustes de cuentas”… Viendo el aquelarre, no pude dejar de recordar que el
asesino a quien alababan fue aquel quien recibió la orden de “Disparen
primero y averigüen después” del invertido y también asesino fundador de
Acción Democrática, ratas, ambas, de una misma cañería (con mis disculpas a las
ratas)…
Pero ya no importa, lo importante es que
el asesino -cadáver insepulto- ya es historia… Y será la historia quien lo
juzgue, no sé si ella será indulgente con él, pero yo no lo soy ni pienso
serlo… si el futuro me da vida -y regreso alguna vez a la patria- haré sobre su
tumba, lo mismo que hice sobre la de su padre político, o sea orinarme en ella.
Dicen que los gatos cagan tan hediondo
que -por pena propia- solo ellos pueden enterrar su mierda, dejemos pues
que los adecos entierren la suya, y sigamos la vida como si no existieran, pero
recordando siempre quiénes son, cómo son y a que huelen.
Nos vemos en las teclas,
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